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LEED - Los proyectos con espacios verdes generan ahorro de costos

Actualizado: 17 may 2020

Los arquitectos se enfrentan al desafío diario de mejorar sus proyectos y que éstos resulten cada vez más confortables para sus usuarios. Es sabido que el entorno arquitectónico y urbano modifica el cerebro y cambia el comportamiento humano. Entre las tendencias más recientes se destaca la neuroarquitectura que busca generar espacios que inviten a vivir experiencias placenteras, armoniosas y creativas. La neuroarquitectura es una disciplina relativamente reciente que intenta investigar cuál es la influencia psicoemocional de los espacios en los humanos. Los arquitectos que trabajan en el tema tienen un enorme desafío: la búsqueda constante de espacios placenteros, que incentiven el bienestar, la felicidad y la productividad Para ello, se valen de herramientas tales como la iluminación, la altura de los techos, la paleta de colores y texturas, y de los jardines horizontales, verticales y las terrazas verdes.


La iluminación es un elemento clave. Cuando es artificial y deficiente no ayuda al cerebro, que debe esforzarse mucho más; eso en las empresas puede generar una baja en la productividad, mientras que la luz natural y el contacto con el exterior aumenta significativamente los beneficios.


Las zonas verdes también cumplen un papel fundamental. Ver la naturaleza tiene un efecto restaurador para la mente y aumenta la capacidad de concentración. Por el contrario, cuando estamos en espacios estrechos y oscuros, tendemos a estresarnos.


Cada vez son más las empresas que en la Argentina se suman a esta nueva alternativa en busca de mejorar no sólo su productividad sino también de lograr espacios que generen buenos climas de trabajo. Por ejemplo, el grupo Osde comenzó el camino de la construcción de edificios sustentables tomando la decisión corporativa de formalizar la construcción de edificios sustentables propios bajo los estándares de las normas internacionales, LEED (Leadership in Energy & Environmental Design). De hecho, hoy, la empresa cuenta con una decena de edificios; es decir, más de 50.000 metros cuadrados construidos propios que tienen certificación LEED. Es más, tres de ellos obtuvieron la certificación LEED Oro, que es uno de los máximos que se puede obtener bajo esta norma. El más nuevo es el complejo que está localizado en Parque Patricios, en pleno Polo Tecnológico de la ciudad de Buenos Aires, que cuenta con 27.000 metros cuadrados distribuidos en dos módulos e imponentes jardines. El proyecto surgió de la necesidad de la compañía de reunir en un sólo espacio a una gran cantidad de oficinas que tenía dispersas en la región metropolitana. El diseño arquitectónico fue concebido para minimizar su impacto en el medioambiente, tanto durante la ejecución de la obra, como en el mantenimiento y el uso cotidiano de sus trabajadores, socios, proveedores, y prestadores. La planificación verde es uno de los pilares donde se apoya esta norma LEED. Además, estos espacios se transformaron en áreas de relax para todos los usuarios, tanto para los residentes como para los visitantes. El resultado fue un diseño de jardines que aprovechan la mayor superficie posible del edificio, lo que derivó en un conjunto armonioso de jardines verticales, horizontales y de terrazas verdes. El 90 por ciento de la vegetación que se utilizó, tanto en el patio central de la planta baja como en las terrazas, son especies nativas de poco riego, lo que garantiza una mejor adaptación de las plantas. Entre las grandes ventajas de este oasis de vegetación en medio de la ciudad están las que disminuyen el calor en los meses estivales y del efecto isla de calor que se da en las ciudades. Asimismo, son realentizadores de agua de lluvia (recolección y filtrado para riego) que luego se aprovecha para otros fines sustentables. Según estudios realizados por especialistas, la utilización de terrazas verdes puede llegar a reducir la temperatura del edificio entre 25 y 30 por ciento, lo que se traduce en una importante disminución en del consumo eléctrico. Además, el edificio produce un ahorro energético de alrededor del 15 por ciento gracias a la implementación de un sistema de Volumen de Aire Variable (VAV) y un ahorro del consumo de agua que ronda el 30 por ciento. Por otro parte, el 75 por ciento del inmueble cuenta con acceso de luz natural, lo que reduce el consumo de la energía eléctrica.


Las obras sustentables vinieron para quedarse. Con el aumento de las tarifas de los servicios de energía en los proyectos de oficinas AAA que cuentan con certificaciones LEED la amortización es mucho más veloz, y ronda aproximadamente cuatro años. De esta forma las empresas comienzan a "vivir" ventajas que trascienden lo monetario.

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